Que la crisis no rompa tu vida en pareja. 10 Consejos útiles.
«Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana»
Aunque suene muy prosaico y desagradable, uno de los temas de fricción más importantes dentro de la pareja es el tema económico. El dinero, y cómo cada uno de los miembros de una relación dispone de él, es un escollo a manejar desde muy temprano.
Sea que los dos trabajen fuera o que uno se quede en casa, tener claro cómo se va a manejar el asunto financiero es muy importante. Al principio de la relación es algo de lo que no se habla, un asunto tabú, pero si realmente estás pensando en convivir o casarte, por favor, piensa en esto antes de dar el paso.
1. Nunca, bajo ninguna circunstancia, hagas valer tu dinero cuando no estás hablando específicamente del tema. «Yo soy el que trae el dinero a casa», «Sale de mi bolsillo», «No valoras el dinero porque no sales a ganártelo», «Yo aporto más, luego yo decido» son frases muy hirientes dentro de una discusión por otras razones.
2. Decide, antes de casarte , si quieres un régimen de bienes separados o de bienes gananciales (mancomunados). En caso de divorcio esto será bastante significativo. Que lo consideres no significa que ames menos a tu pareja.
3. Siéntate a diseñar con tu pareja una tabla con los gastos fijos que supone vivir juntos . La renta, los servicios, las salidas, la comida. De este modo tendrás una visión clara de lo que se necesita y cómo distribuirlo.
4. Después hay que decidir cómo se pagan estos gastos. Los dos ponen todos sus ingresos en la misma caja familiar y se saca de ahí. Cada uno pone la mitad de un presupuesto mensual. Se encarga el que más gana.
5. Los gastos personales. En el caso de que todo se ponga en la misma caja, es necesario consultar o contar con el otro a la hora de hacer un gasto personal significativo.
No es lo mismo comprarse una camisa que todo un guardarropas. Si cada uno mantiene una parte de su dinero para sí, esto está resuelto. Cada uno hace con su dinero no mancomunado lo que quiere.
6. Dinero de bolsillo. Lo mismo sucede en el escenario del dinero cotidiano que llevamos con nosotros. Se puede estipular cuánto necesita cada uno diariamente para ir al trabajo, comer afuera, cargar combustible y cualquier cosa que pueda surgir.
7. Tarjetas de crédito. O bien se dividen el pago de lar tarjetas en partes iguales o cada uno corre con sus gastos a la hora de abonarla. Es importantísimo que se pongan de acuerdo en para qué sirve una tarjeta de crédito. Si lo que haces es comprar y abonar el débito completo a fin de mes pero tu pareja entiende la tarjeta de crédito como una manera de obtener efectivo o comprar ahora para pagar «cuando pueda», los intereses generados no debieran corresponderte. Si ves que cada uno entiende de una manera diferente el concepto de la tarjeta de crédito, es mejor que no se comparta la misma y que cada uno sea titular de la suya.
8. Cuentas bancarias. Lo mismo que con las tarjetas de crédito. Una cuenta bancaria común es muy cómoda si los dos miembros de la pareja tienen el mismo concepto de la economía doméstica. Pero si no coinciden y uno genera descubiertos, el otro es igualmente responsable ante la ley de ese descubierto en el banco aunque no lo haya generado personalmente.
9. Créditos e hipotecas. Tener una hipoteca juntos es como tener un hijo. Van a pasar unos 20 años de media antes de que desaparezca. Cuando se adquiere un compromiso de estas dimensiones hay que hablarlo muy bien, muy despacio y durante varios días. Hay que poner sobre la mesa cómo se va a pagar, qué pasa si uno de los dos se queda sin trabajo o se divorcian en un futuro.
10. Compras grandes y significativas. Hay compras que significan más que un depósito económico. La compra de una casa, del hogar familiar, tiene connotaciones emocionales enormes. Estas transacciones económicas juntos son un paso inmenso en la relación y requieren de mucha confianza en el otro y un compromiso absoluto. Este es el aspecto de las finanzas de la pareja más delicado. Una solución es que la casa sea 50% Y 50% de cada uno cuando se hace la escritura.
El dinero dentro de una relación es un tema delicado donde los haya. Difícil de hablar y más difícil de transitar. Muchas personas piensan que no se debe mezclar amor con dinero, pero en el caso de una relación sólida y que planea crecer con el tiempo, es muy importante dejar este asunto claro para evitar después malos entendidos dolorosos.
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