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¿Que hacer cuando tenemos poco dinero para invertir pero queremos la más alta rentabilidad?
En este momento puedes estar en cualquiera de los grupos sociales que quieren o necesitan emprender porque, o bien no encuentran trabajo que les reporte el dinero que necesitan para vivir, o bien están saltando de empresa en empresa mendigando un puesto de trabajo y no lo encuentran.
Puede ser también que, simplemente estés arto de trabajar para otros y vivir siempre como asalariado, contando el dinero mes a mes, hasta llegar a una jubilación incierta porque no sabemos qué está haciendo el Gobierno con nuestro dinero de la seguridad social.
Quizás tienes muchas ganas, y no tienes miedo para comenzar algo nuevo. Esto en realidad, es lo más difícil, superar el miedo a lo desconocido, el miedo al fracaso.
Si estos miedos los has superado, porque piensas que es preferible el fracaso a no hacer nada y quedarte como estás. Eres bienvenido a una nueva dimensión. La dimensión del emprendedor, donde todo lo que ocurra es bueno. Si fracasas, te servirá como experiencia y como aprendizaje para hacerlo mejor la próxima vez, y si tienes éxito, consigues tus metas.
Si estás en nuestra dimensión, y me incluyo en ella. Te puedo indicar cómo comenzar un nuevo negocio sin tener que invertir mucho dinero.
Desde luego, no tendrás que invertir en una fianza, un alquiler, unos pagos mensuales de nominas u otros gastos, ni siquiera preocuparte por proveedores o clientes. Sólo esto te hará ahorrar mucho, mucho dinero.
Bien, primero quiero darte unos simples conceptos básicos. Lo que necesitas para comenzar es dinero, pero sabes qué es realmente el dinero? Seguro que lo sabes bien, es aquello que, si tienes en el bolsillo te sientes el Rey, todo seguridad y te ves capaz de hacer frente a cualquier cosa. Pero si no lo tienes, es el mayor tirano que puedes tener. La gente abusa de ti haciendo que trabajes horas interminables y esclavizado. Te llaman los acreedores a todas horas y te quita el sueño y la tranquilidad. Hay ocasiones que rompen hasta las parejas y matrimonios. Te llena de inseguridades no tenerlo y no te sientes capaz de hacer nada que implique cualquier gasto.
Pero permíteme decirte que, lo que has pensado hasta ahora sobre el dinero, es totalmente equivocado. El dinero es totalmente una ilusión. Los bancos centrales lo imprimen sin base de riqueza alguna, sólo depende de la capacidad de generar deuda de cada País, y la capacidad de pagarla en una mayor parte. El valor que tiene el dinero actualmente se basa en dos pilares fundamentales, en la utilización de mucha gente y en la confianza de que podemos conseguir cosas con él.
Con éste mismo concepto nació la criptomoneda. Una moneda creada con las tecnologías e internet. Una moneda virtual, sin presencia física. Totalmente fuera del control de los Países y Bancos Centrales. Regulada solamente por los mercados y la necesidad de su utilización. Comenzó con el bitcoin, que a muchos le sonará, y en este momento existen más de 600 monedas coexistiendo con un valor diferente y siendo utilizadas por mucha gente.
Estas monedas son creadas por medio de complejos cálculos matemáticos que sólo pueden ser realizados por computadoras con un gran poder de procesamiento de datos. Hay algunas empresas e incluso bancos que están dedicando parte de sus recursos a esta actividad, que llaman minería.
Estas empresas van minando diferentes criptomonedas y luego, según las van consiguiendo las venden en el mercado financiero y obtienen un beneficio. La operatividad de todo esto es igual a las divisas físicas pero sin la intermediación de los Bancos Centrales.
Imagino que con tu olfato de emprendedor ya has visto claramente dónde está el negocio. Hay dos rutas o caminos disponibles para el pequeño inversor: Invertir en minería o invertir en una nueva moneda con una proyección ascendente para esperar a su revalorización. Y aquí voy a contar una anécdota que le ocurrió a Kristoffer Koch, un jóven estudiante noruego compró 27 dólares de Bitcoin, una moneda digital que actualmente tiene mucho valor y que no está sustentada por ningún Banco Central, en 2009. Se olvidó de esa inversión y se encuentró cuatro años después que tiene un valor de 886.000 dólares. Koch trabajaba en su tesis sobre el cifrado en internet cuando experimentó invertir 150 coronas, 26.60 dólares, en 5.000 bitcoin en 2009. Finalizó su tesis y olvidó el experimento, pero 4 años después , tras escuchar muchas noticias sobre ‘Bitcoin’ recordó su experimento y comenzó a buscar la clave que había puesto. Cuando la recupera descubrió que sus 5.000 Bitcoin se habían convertido en 886.000 dólares, según publica el diario ‘The Guardian’.
Y te preguntarás, cómo empezar? En que empresa puedo invertir en minería? Hay alguna moneda en desarrollo en la cuál pueda invertir como lo hizo el estudiante noruego?
Quédate con un nombre, CoinSpace, es una moneda y a la vez una compañía de minería.
Con CoinSpace tenemos los dos pilares necesarios para una buena inversión. Por una parte podemos invertir en minería y ganar dinero por la moneda minada y por otra parte, podemos invertir en una criptomoneda que está teniendo uno de las proyecciones más grandes en la industria.
Es decir, la compañía te da la oportunidad de invertir en minería. Es como si dijéramos, voy a comprar unos doscientos metros de mina de oro, y todo lo que produzca mi parte de la mina, lo gano yo. En el caso de la minería de criptomonedas estarías comprando una parte de los procesadores que minan esas monedas, y que la compañía luego venderá al mercado libre, ingresándote tu comisión.
Pero la compañía te da a elegir entre cobrar todo el dinero o invertir todo o una parte en la moneda de la compañía el CoinSpace. Moneda que entrará en el mercado con fuerza y con un precio de un dólar.
Este es el precio con el que entrará en el mercado, pero una vez allí, dependiendo de la demanda y la oferta, su valor se puede incrementar como ha ocurrido ya con el valor del bitcoin. Y aquí tendrás la inversión de tu vida.
Pero, aunque esto no suceda y se quede en el valor inicial, ya estarás teniendo un buen beneficio que no te dará ninguna otra inversión. Además del dinero en efectivo que estarás ganando mensualmente por tu comisión en la minería de otras monedas criptográficas.
Es decir, con sólo una pequeña inversión inicial puedes participar de minería e inversión en una nueva y potente criptomoneda que se revalorizará y te hará triplicar tu inversión. Pero además, la compañía te paga comisiones también de las personas que inviertan por tu recomendación. Y eso es, precisamente la razón por la que estás tu aquí y yo estoy haciendo esta recomendación, porque me reporta beneficios ayudarte a tener beneficios. Es un sistema ganar – ganar donde ganamos todos, yo por recomendar y tu por invertir… luego te toca a tí seguir la bola de nieve para que siga rodando y haciéndose más grande, con más inversión y más usuarios, que son las propiedades que hacen de una moneda ser rentable y sólida.
Así que no lo pienses más, invierte en el mercado de la cripotomoneda y sube al tren del emprendedor de éxito.
Entra en mi perfil de Facebook y te explicaré todo lo que necesites saber, o bien, entra directamente en la página de CoinSpace y comienza a cambiar tu destino financiero.
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Cuando debe un autónomo cambiar de asesoría
La asesoría es uno de los primeros servicios que el autónomo decide externalizar, debido al alto número de gestiones que deben realizar con la Administración Pública. ¿Cuándo debemos cambiar de asesoría? ¿Cuáles son sus fallos más comunes?
La gestoría o asesoría es un ‘amigo’ inseparable del autónomo. Todas las gestiones con Hacienda, Seguridad Social y Administración en general son externalizadas a este tipo de entidades, debido a que algunos trámites pueden ser complicados, especialmente para un nuevo autónomo. La legislación cambia constantenemente, y debemos exigir que se nos informe de estos cambios, tanto en trámites como en el posible acceso a subvenciones y bonificaciones. La falta de información en este sentido puede derivar en que nos planteemos el cambio de gestor o asesor. Existen, además, otros factores que nos dan pistas sobre cuándo un autónomo debe cambiar de asesoría.
¿Qué errores son los más comunes en una gestoría?
Yo diría que la falta de personalización y la prisa. Normalmente las gestorías y asesorías al uso suelen necesitar una numerosa cartera de clientes para paliar la reducción de precios fuerte que ha sufrido el sector debido a la crisis económica. Esto implica que la atención al cliente deja mucho que desear, se suele atender al cliente a última hora, cuando llega el trimestre. Se le pide la documentación y tal y como viene se contabiliza. Normalmente la contabilidad se pasa con urgencia, presionados por los plazos de presentación, mecanizando sin más, sin fijarse en el detalle o sin tiempo para ver si están todos los documentos completos y correctos. Esto provoca errores de interpretación contable, de mecanización de asientos incorrectos, etc. Otro error común provocado por este tipo de situaciones suele ser el de presentar impuestos fuera de plazo, debido a la gran carga de trabajo.
¿Cuándo un autónomo o pyme debe plantearse cambiar de asesoría?
Pienso que como con cualquier otro servicio, cuando no se sientan escuchados ni bien atendidos. Yo por ejemplo intento contestar los emails de mis clientes en un máximo de 24 horas y normalmente, diría que un 80%, en las primeras 12 horas. Mi teléfono está siempre abierto y lo atiendo porque entiendo que cuando un cliente llama, aunque sea en un horario poco común, es porque necesita un asesoramiento urgente, o simplemente que le tranquilice y le ayude a afrontar un problema en su actividad o su empresa. Creo que si un asesor no te atiende de forma personalizada y con rapidez, independientemente de los errores de los que hablábamos en el anterior punto, esta es una buena causa para buscar un cambio.
Al margen de los errores mencionados, ¿qué otras cuestiones pueden hacernos pensar que debemos cambiar de gestoría? Si solo te llaman una vez cada trimestre para pedirte la documentación contable. Suele ser lo habitual e indica que no llevan un seguimiento de la actividad del cliente ni les interesa demasiado ayudarle a mejorar y crecer. Pienso que la relación cliente/asesor debe ser fluida y constante.
¿Cree que las gestorías se han acostumbrado a ejecutar y no a ayudar estratégicamente a las empresas y autónomos?
Los principales gastos en los que incurres cuando arranca tu negocio
¿Quieres saber si la idea que tienes entre manos es viable? Echa un vistazo a los gastos más habituales de un negocio, calcula en cuáles vas a incurrir tú, pide presupuestos, suma y luego divide esa cifra por el precio que quieres poner a tu producto o tu servicio. Si la cifra resultante de unidades o de proyectos te parece asumible, lo más probable es que tengas entre manos un producto viable. Si no, lo mejor es que repases todos los pasos que has dado hasta ahora.
Estos son los gastos más habituales de un negocio que arranca:
1. Compras: aprovisionamientos en mercaderías y demás bienes adquiridos por la empresa para revenderlos, bien sin alterar su forma o previo sometimiento a procesos de adaptación, transformación o construcción.
2. Arrendamientos y cánones: alquileres, tanto de locales o despachos como de maquinaria.
3. Reparaciones y conservación: mantenimiento y reparaciones, gastos derivados de la conservación del inmovilizado material (maquinaria, instalaciones, terrenos, edificios, etc.).
4. Trabajos realizados por otras empresas: comprende los trabajos que, formando parte del proceso productivo, se encarguen a otras empresas.
5. Servicios de profesionales independientes: contraprestación de servicios profesionales independientes (asesorías, gestorías, etc.).
6. Transportes: transportes a cargo de la empresa, realizados por terceros, cuando no proceda incluirlos en el precio de adquisición del inmovilizado o de las existencias.
7. Primas de seguros: primas de seguros de todo tipo, excepto de la Seguridad Social.
8. Servicios bancarios y similares: comisiones y otros gastos que se satisfacen por servicios bancarios y similares.
9. Publicidad, propaganda y relaciones públicas: importe de los gastos satisfechos por estos conceptos.
10. Suministros: consumos de agua, luz, gas o cualquier otro abastecimiento que no tenga la cualidad de almacenable. Si es almacenable, se considerará como existencias y se contabilizará en la cuenta de compras. Se incluirán en esta cuenta todos los servicios no comprendidos en las cuentas anteriores.
11. Otros servicios: gastos de viaje del personal.
12. Tributos: todo tipo de tasas, contribuciones e impuestos.
13. Sueldos y salarios: salarios brutos del personal asalariado.
14. Seguridad Social a cargo de la empresa: gastos sociales, salarios de los socios o retribución propia en el caso de autónomos, Segurida Social a cargo de la empresa y/o seguros de autónomos.
15. Gastos financieros: intereses de préstamo, descuentos sobre ventas, intereses, comisiones y gastos por descuento de efectos (letras), por cobro de recibos, etc. 16. Devolución de préstamos: cuota de devolución de préstamos, sin incluir los intereses, sólo capital. 17. IVA soportado: IVA desembolsado por com- pra de bienes o servicios.
La mortal trampa del emprendimiento en España
En España se está intentando implantar en lo más profundo de la mente de los jóvenes la idea de que emprender es la panacea de todos los males financieros.
Así vemos a cientos de jóvenes (y no tan jóvenes) abriendo y cerrando empresas a lo largo y ancho del territorio español regando con sus cadáveres las cuentas negativas de la seguridad social. Porque todos, terminan siendo zombies de una sociedad a la que deben dinero que no pagarán en toda su vida.
Estos muertos vivientes (financieramente hablando) seguirán intentando prosperar a fuerza de abrir otras empresas a nombre de parientes, en pruebas de acierto o error hasta llegar, si llegan, a ganar dinero con su emprendimiento. Hasta entonces se rodearán de una galaxia de organizaciones, gurús, centros, publicaciones y eventos destinada a hacer creer al aspirante que su éxito depende exclusivamente de sí mismo.
Y no es así, cuando emprendes puedes controlar todo lo que ocurre en el entorno de tu empresa. Pero si dependes de un mercado, o tu trabajo se enfoca a dar servicios a ciertas empresas o necesitas de materia prima especifica para tu producto. Si algo va mal en ese mercado te afectará si o si. Por eso, tienes que emprender confiando, en un porcentaje más o menos elevado, en la suerte.
Si el mercado no cuadra, las empresas a las que das servicios entran en «concurso de acreedores» o la materia prima sube sus precios a niveles estratosféricos … estarás en un buen aprieto.
Según The Enterprise Corporation of Pittsburgh (Corporación de Empresas de Pittsburgh) estas adversidades se pueden evitar, si se tiene en cuenta que todas las ideas innovadoras, aunque funcionan en algunos casos, siempre representan un riesgo.
Basado en ello el experto Frederick J. Beste realizó un estudio en el que determinó las principales fallas, que algunas veces por inocencia o por falta de malicia, le ocurren a los hombres de negocios.
Convencido de que la gran mayoría de estas «trampas» se originan en planes viables y con sentido común, Beste creó una lista de algunos de los errores más frecuentes en el ámbito empresarial.
1. Socios «por mitades»
La idea de que son mejores y más equitativas las sociedades en las que los socios tienen la misma participación es revaluada, y por el contrario, se considera una trampa peligrosa que puede llevar a la quiebra.
Es el típico caso de tres amigos que deciden montar una empresa, dividiéndosela en partes iguales y otorgándose sueldos idénticos. Según Beste esa es una receta para el fracaso porque, primero la compañía carece de un líder, de alquien que sea un verdadero responsable; segundo, tarde o temprano aparece una diferencia de opinión irreconciliable; y tercero el que haya sido elegido como gerente, se considerará así mismo como un «poquito más que los demás», y en el caso de que la empresa tenga éxito, será el quien obtenga el reconocimiento del público.
La solución está en contratar a una persona que tome el control de la empresa y en quien los dueños puedan depositar su confianza.
2. El derroche
Una empresa que comienza con equipos y muebles elegantes, lo mejor en infraestructura y sueldos de gerencia elevados, está abocada hacia la quiebra. Esto es lo mismo que hacer una fiesta de graduación cuando hasta ahora se va en primer semestre. Los empresarios más exitosos han aprendido que la falta de liquidez puede ser la muerte, por eso son muy precavidos a la hora de gastar el dinero y van aumentando sus costos a medida que la empresa va progresando.
3. Los precios inadecuados
Una empresa comienza mal cuando su premisa de ventas consiste en ofrecer precios más bajos que los de la competencia. Eso es tan ilógico como esperar que un país pequeño se enfrente a una superpotencia. Lo mejor es fijar los precios de acuerdo con el mercado.
4. Capital Insuficiente
Es el caso de aquellos empresarios que piensan que se puede comenzar un negocio con un capital por debajo de lo necesario, confiándose en las futuras ganancias. La historia y las leyes de Murphy han demostrado que en 90% de los casos las ventas no alcanzan a presentar el margen de ganancia esperado. De ahí que sea recomendable empezar con más capital del que se cree se va a necesitar.
5. Falta de Foco
El recurso más valioso de una nueva empresa es el talento y hacer las cosas bien desde el principio es un enorme desafío. Por el contrario cuando se intenta realizar dos o tres actividades al mismo tiempo, se puede caer en la mediocridad o en algo peor. Lo adecuado es seleccionar bien las oportunidades antes de comenzar y concentrarse en el ambiente del mercado y la competencia.
6. No admitir los errores
Sicológicamente una de las trampas es pensar que «ya invertimos mucho en esto como para salirnos ahora». Por muchas razones (miedo, ego etc.) es difícil admitir que se cometió un error y no se toman las medidas correctivas a tiempo. Así que lo mejor es aceptar que se perdió una suma de dinero y buscar las razones que lo motivaron, para que no se vuelvan a repetir.
7. Confianza en el mejor cliente
Beste la califica como la trampa más dolorosa, porque golpea después de un largo período de éxito y se presenta cuando una compañía ha tenido muy buenas relaciones con un cliente, gracias al cual se han efectuado buenos negocios. De repente «el mejor» comprador deja de hacer la misma cantidad de pedidos o simplemente empieza a incumplir con sus pagos. Por eso es importantísimo reducir la dependencia en un sólo cliente.
8. Diversificar
Si no se conocen en el mercado, la tecnología, las intimidades de los compradores, las tendencias, las relaciones o la competencia, es mejor no meterse en un negocio.
9. Litigio emocional
El tiempo, el dinero y el esfuerzo que se emplean en los líos judiciales, muchas veces lleva a un desgaste emocional que no es compensado con nada. Por eso, antes de que los empresarios decidan meter su compañía en problemas judiciales, lo mejor es asesorarse de alguien que pueda decir si el litigio vale la pena.
10. El producto «Nunca listo» para el mercado
Los diseñadores y los ingenieros nunca muestran sus creaciones hasta que no consideran que están perfectas; esto es desproporcionado porque la tecnología siempre evoluciona y siempre hay una mejoría que se puede hacer. Así que cuando un empresario tenga un producto que represente una opción mejor a la de la competencia, no debe esperar a que sea perfecto: debe sacarlo al mercado.
11. Investigación de mercado inadecuada
Beste cree que sobre este tema se podría escribir todo un libro, ya que las fallas en la investigación de mercado son causas seguras del fracaso.
12. No hay razón para que el cliente cambie
Los mejores esfuerzos empresariales pueden surgir del desarrollo de una matriz de la competencia, que incluya las razones que motivan a la gente a la hora de comprar. Si al revisar dicha matriz, el empresario no encuentra ninguna razón para que los compradores se cambien a su producto, lo mejor es que no se meta en el negocio.
13. El descontrol del crecimiento
En muchas ocasiones se presentan elevados crecimientos en los volúmenes de ventas, lo cual es muy peligroso porque en cualquier momento se puede pasar del éxito a la bancarrota. Cuando esto ocurre, muchas cosas pueden salirse del control, como los créditos, la contatación del personal, el servicio delcliente, el control de calidad, etc. Si un empresario empieza a sentir que su compañía está funcionando tan bien que se le sale de sus manos, es aconsejable que dé un paso atrás y mire las cosas objetivamente, para así poder ajustarse a al nueva situación.
14. Apostar la casa
Contrario a lo que piensa, los grandes empresarios no tienen tendencia a tomar riesgos considerables. Ellos no temen a los riesgos que pueden controlar, pero nunca estarían dispuestos a apostar todo, incluso su casa, por un nuevo negocio. Es aterrador cómo algunas supuestas «buenas oportunidades» pueden rápidamente requerir una inversión de dinero que implique la realización de préstamos impagables.
«A medida que su negocio crezca, mantenga esta lista en mano. Aunque el instinto empresarial indica que se debe jugar a la ofensiva, la defensa también es importante. Si evita estos errores clásicos, podrá asegurar que habrá aumentado sus chances de ganar la partida» concluye Beste.
Beste es estadounidense, por eso, en este punto 14 nos advierte, que no apostemos tanto por el negocio como para perder la casa. Obviamente no sabe que, en España, si tu negocio va mal, perderás tu casa de todas formas. Los bancos o las administraciones se encargarán de ello… por lo tanto, si no lo tienes claro, no emprendas o lo pagarás con tu vida..
El truco para lograr la inspiración en los negocios
Detrás de todo negocio de éxito, existe una gran idea. Algunas son tan simples que nos hacen preguntarnos: ¿cómo no pensé antes en esto? Otras son tan revolucionarias y geniales que sólo pueden surgir de mentes diferentes. Sea cual sea el caso, una de las claves para el éxito es la inspiración. ¿Dónde encontrarla?
La inspiración es importante en los negocios, en unos más que en otros pero en definitiva sin ella no se podrían lograr muchas cosas. Existen personas con mayor capacidad para ser iluminadas y crear grandes ideas, aunque esto también se puede lograr. También es importante a la hora de desarrollar el negocio, y especialmente al pensar en la misión, visión y valores de la empresa.
Tiene que estar ligada a los buenos ánimos, ya que los malos estados pueden nublar la mente e impedir pensar con claridad, por lo que hay que intentar tener una mente positiva y un buen estado de ánimo. Darse un tiempo para sí y realizar algo de ejercicio o actividad física puede ayudar.
En ocasiones se sabe lo que se quiere pero no como llegar a ello, cómo llevarlo a la práctica, Una buena opción para trazar un plan para el negocio puede ser contar lo que se quiere a otras personas, pueden llegar ideas interesantes o ideas que en principio aunque parezcan absurdas pueden dar lugar a una gran idea, por lo que si se puede es recomendable hablar con alguien y decirle lo que quieres. Es una buena idea crear brainstorming o una tormenta de ideas, porque puede ofrecer aquellas ideas que se están buscando para cualquier proyecto o negocio.
Si te mentalizas en la situación a la que quieres llegar es posible que llegues al medio para llegar a ella. Por eso, piensa en el momento exacto en el que estás en tu objetivo final, qué es lo que pasa, piensa cómo has llegado hasta allí, quizá des con la clave.
Existen sitios donde se puede lograr mejor la inspiración que se busca, aunque estos dependen mucho de cada persona, por lo que debes conocer qué ambientes te sientan mejor para ello. Hay personas que se inspiran en una casa silenciosa y otras que necesitan ruido para ello, hay quien se encuentra mejor en su casa y quien lo hace en la oficina, hay quien lo hace más en un parque o en un museo, tan sólo tienes que conocer en qué ambiente llega esa iluminación que se está buscando. Puedes probar a intentar trabajar o pensar en varios sitios, teniendo en cuenta también que el contacto con la naturaleza puede ser una buena fuente de ideas.
Trabajar, trabajar y trabajar también puede ayudar, ya que es posible que “la inspiración te llegue trabajando”, y quizá rindas más en esos pocos momentos que en el resto del tiempo, pero merece la pena intentarlo y no esperar que ella venga sola.
La persistencia también es importante para lograr la inspiración, porque a veces ésta llega cuando menos te lo esperas, y es entonces cuando debes estar preparado/a para aprovecharla.
Como abrir una franquicia DIA. Precio y condiciones
La compañía DIA es una de las marcas que mejor funcionan en el ámbito de las franquicias. Prueba de ello son los resultados experimentados en los últimos ejercidos. Sin embargo, son muchas las preguntas que se hacen los posibles franquiciados sobre su puesta en marcha, motivo por el que a continuación analizamos las claves en torno a la apertura de una franquicia DIA.
En primer lugar, los emprendedores que deseen llevar a cabo este negocio han de saber que requieren un capital determinado, el cual depende del modelo comercial, tamaño de la tienda y estado del local. En este sentido, desde la compañía aclaran que existe la posibilidad de que DIA cubra parte de dicha inversión, dependiendo del caso que se estudia de manera particular.
Asimismo, para iniciar esta andadura DIA solicita una serie de garantías, como un aval bancario. El mismo varía en función del modelo de tienda que se vaya a implantar, pero que se sitúa entre los 4.500 y los 25.000 euros. Además, la compañía ha desarrollado varias medidas de apoyo financiero a los futuros franquiciados, las cuales hacen más accesible la inversión.
De la misma manera, y en lo que respecta al plazo de pago, este se es de 60 mensualidades en lo relativo al coste de la mercancía. Con posterioridad, agregan desde DIA, los pedidos se llevan a cabo al contado.
Plan de negocio personalizado
En lo que respecta a los beneficios que este tipo de negocio devuelve al inversor, desde la compañía explican que los mismos dependen de varios factores, entre los que se encuentran las ventas, los costes de alquiler y personal. Es por ello que de cada proyecto llevan a cabo un plan de negocio individualizado, en el cual se incluye una cuenta de explotación previsional.
No obstante, como en todo negocio, desde esta compañía advierten de que la puesta en marcha de una franquicia implica un riesgo empresarial por parte ambas partes. Para evitarlo, no obstante, es interesante contar con el apoyo de una asesoría que organice determinados aspectos, como la liquidación de impuestos, seguros o nóminas.
Cómo ganar dinero en 8 pasos
El dinero no lo es todo. Tal vez para ti el dinero está casi al final de la lista. Todos tienen su propia definición de éxito. La mía es ésta: “El éxito es hacer que aquellos que creyeron en ti se vean inteligentes”.
Para mí, el dinero no es tan importante, pero tengo que confesar que sí me importó mucho en alguna época (tal vez porque no tenía mucho). ¿Qué tipo de cosas debes hacer para aumentar tus oportunidades de unirte al club de los millonarios?
1. Deja de obsesionarte con el dinero. Descubre si lo que haces te distrae de las cosas que realmente te ayudarían a hacer crecer tu fortuna. Cambia tu perspectiva. “Ve el dinero no como tu meta principal sino como un resultado por hacer bien las cosas”.
2. Comienza un registro para saber a cuánta gente ayudas, aunque sea algo pequeño. Las personas más exitosas que conozco ayudan mucho. Son muy buenas entendiendo a los demás y ayudándolos a alcanzar sus metas. Saben que su éxito está basado en el éxito de la gente a su alrededor. Así que trabajan duro para hacer que los otros triunfen: sus empleados, clientes, vendedores, proveedores, etcétera.
3. Deja de pensar en hacer un millón de dólares y comienza a pensar en ayudar a un millón de personas. Cuando sólo tienes algunos clientes y tu meta es hacer mucho dinero, vas a buscar muchas maneras de quitarle hasta el último peso a los consumidores. Pero cuando encuentras una forma de servir a un millón de personas muchas cosas buenas pueden pasar.
El poder de la palabra es sorprendente. La retroalimentación que recibes es exponencialmente mayor así como tus oportunidades para mejorar tus productos y servicios. Tendrás la oportunidad de contratar a más empleados y beneficiarte de su experiencia, sus habilidades y su genialidad en general.
Con el tiempo tu negocio se convertirá en algo que nunca hubieras soñando, ya que tus empleados y clientes te llevarán a lugares increíbles. Ayuda a un millón de personas y el dinero llegará.
4. Ve el hacer dinero como una forma de hacer más cosas. De forma general hay dos tipos de personas:
1. Una hace las cosas porque quiere ganar dinero. Entre más cosas haga más dinero tendrá. No importa mucho su producto o servicio, hará lo que sea mientras los clientes le paguen.
2. La otra quiere hacer dinero porque esto le permitirá hacer más cosas. Busca mejorar su producto y extender su línea. Quiere crear otro libro, canción, película. Ama lo que hace y ve el ganar dinero como una forma de hacer más de lo que ama. El sueño de tener una empresa que haga las mejores cosas y ganar dinero es una forma de alimentar el sueño.
Aunque es posible encontrar un producto que todos quieran y te vuelvas rico al vender ese producto, muchos empresarios exitosos evolucionan y crecen cuando ganan dinero y lo reinvierten en una búsqueda incesante de la excelencia.
“No hacemos películas para ganar dinero, ganamos dinero para hacer más películas” -Walt Disney.
5. Haz una cosa mejor. Elige una cosa en la que seas mejor que la mayoría de la gente. Enfócate en hacer UNA cosa. Practica, aprende, trabaja, evalúa. Autocritica tus creaciones, no de una manera masoquista, pero sí para asegurar que tu trabajo mejore en todo. La gente exitosa financieramente hablando, hace bien una cosa por la que el mundo está dispuesto a pagar.
La excelencia es la recompensa, pero ésta también demanda una paga mucho mayor y mucho más respeto, valor, realización y sentido de logro. Todo esto te hace rico en términos no monetarios.
6. Haz una lista de 10 personas que hagan una cosa bien. ¿Cómo elegiste a esos 10? ¿Cómo determinaste quién era el “mejor”? ¿Cómo mides su “éxito”? Usa esos criterios para medir tu progreso y convertirte en el mejor. No sólo admires a las personas exitosas. Mira más de cerca a lo que las hace exitosas. Usas esos criterios para crear tu propio éxito.
7. Haz un seguimiento de tu progreso. Tendemos a convertirnos en lo que medimos, así que haz un seguimiento al menos una vez por semana. Tal vez verás a cuántas personas has ayudado o a cuántos clientes has servido o evaluarás los pasos clave en tu recorrido para convertirte el mejor.
8. Crea rutinas que aseguren el progreso. Nunca olvides que alcanzar una meta se basa en crear rutinas. Por ejemplo si quieres escribir un libro de 200 páginas esa es tu meta. Tu sistema para alcanzarla puede ser escribir cuatro páginas por día, ésa es tu rutina. Esperar y desear no hará que termines tu trabajo, pero comprometerte a tu rutina te ayudará a lograr tu meta.
Ponte metas, crea rutinas que apoyen esas metas y haz un registro de tu progreso. Arregla lo que no funcione. Mejora y repite lo que sí funcione. Busca ser mejor de lo que eras ayer. Pronto serás bueno, después serás excelente y algún día serás el mejor. Llegará el día en el que, sin que lo notes, seas millonario, si es que ese tipo de cosas te interesan.
Por qué trabajando desde casa eres más productivo que en la oficina
El teletrabajo es una alternativa cada día más extendida en muchas empresas. A menudo cuando hablamos de esta cuestión pensamos en trabajar desde casa de forma exclusiva y no tanto como una alternativa al trabajo desde la oficina. Esta es la opción para mi más interesante y una ventaja si sabemos aprovecharla, porque trabajar desde casa te puede ayudar a ser más productivo.
Para ello tenemos que contar con la infraestructura adecuada. Tanto si nos conectamos a aplicaciones o servicios en la nube para trabajar como si lo hacemos a nuestra oficina a través de una conexión remota, vamos a necesitar una conexión de banda ancha de calidad. Aquí la velocidad de descarga no será tan importante como lo es la velocidad de subida, tanto por el lado de la conexión en nuestra oficina como en casa.
Habilita un puesto de trabajo en casa donde trabajar cómodo y sin interrupciones
Para llegar a ser realmente productivos en casa vamos a necesitar estar cómodos delante de nuestro ordenador. Tendremos que tener un puesto de trabajo adecuado para pasar unas cuantas horas delante del mismo concentrados en el trabajo que tenemos por delante.
Una silla cómoda y a la altura adecuada, mejor si es en una habitación que en una sala común de la casa, sobre todo si no vivimos solos, para evitar interrupciones. Nada de pensar que puedes trabajar bien sentado en el sofá viendo la tele. Así no se mejora la productividad, todo lo contrario.
Una de las cuestiones que te va a ayudar a mejorar la productividad en casa es no tener interrupciones, de compañeros, de jefes o de llamadas de teléfono de clientes. Esa tarde que dedicamos a trabajar en casa es para sacar una serie de tareas adelante en las que necesitamos estar concentrados y donde vamos a hacerlas más rápidas si mantenemos la concentración sólo en estas tareas.
Define tus tareas para hacer en casa
Por eso es fundamental definir qué tipo de tareas podemos hacer mejor en casa que en la oficina. A partir de aquí ya podemos dejar esta tarea reservada para este momento. Podemos hacer la prueba, de trabajar en la oficina y en casa en tareas similares y comprobar cuánto tiempo tardamos en cada caso.
Además tienen que ser tareas que podamos realizar de forma autónoma, es decir, que no necesiten supervisión, no tengamos que consultar cómo hacemos esta u otra cosa, etc. Necesitamos tener claro que son tareas ejecutivas o de supervisión, en las que vamos a ganar en productividad trabajando en casa de forma autónoma.
Tampoco serían recomendables tareas que tengamos que ejecutar en grupo, al menos en la fase de definición. Otra cosa es que tengamos dividido el trabajo y tengamos que hacer nuestra parte, dejando para la oficina la fase de puesta en común o discusión.
Encuentra el momento adecuado para trabajar
Por último es importante encontrar el momento adecuado para trabajar en casa. Tiene que ser un intervalo de tiempo donde nuestra presencia en la oficina no sea básica. En las empresas en las que se implanta el teletrabajo normalmente se deja alguna tarde para esta tarea, aunque puede ser un día completo o aprovechar las primeras horas de la mañana y de esta manera evitar también las horas puntas y atascos.
También va a depender de nuestras rutinas personales. Por las tardes es más fácil si tenemos familia que haya gente por casa, que pueden interrumpir el trabajo, mientras que por la mañana podemos estar solos con más facilidad. Tenemos que recordar que el objetivo es trabajar más concentrados y sin interrupciones.
Otras veces lo mejor es madrugar y trabajar esas dos horas que teníamos previstas para hacer en casa a primera hora de la mañana. Así cuando hemos concluido el trabajo podemos ir al despacho y concluir con nuestra rutina de la forma habitual. Para otras personas este momento de calma y concentración llegará después de la cena. Como he comentado antes, depende mucho de los hábitos y rutinas personales, de nuestra capacidad de concentración, y el tipo de trabajo que tenemos que realizar.
En definitiva lo que buscamos es ser lo más eficaces posibles. Trabajar desde casa nos puede ayudar con determinadas tareas, no sólo como una forma de conciliar vida personal y familiar, que también, sino como una forma de mejorar la productividad de determinadas tareas que necesitamos hacer en soledad, sin interrupciones y manteniendo la concentración adecuada que muchas veces sólo conseguimos aislándonos del resto de empleados de la oficina.
Siete errores habituales al pedir financiación
Un emprendedor nunca lo tendrá fácil para conseguir financiación, precisamente porque sólo tiene una idea que piensa que puede ser un negocio. Por eso, hay que saber ‘vender’ muy bien el proyecto a la entidad financiera. Y ser muy prudentes con los números, porque muchas empresas de nueva creación no logran sobrevivir no porque no hayan obtenido financiación, sino porque no han sido capaces de hacer bien los números.
Un banco, o cualquier otra entidad que te preste financiación para poner en marcha tu idea, no sólo necesita saber cómo vas a devolver ese dinero, sino que además tiene que comprobar que tu endeudamiento no es excesivo, y que la viabilidad de la empresa está si no garantizada al menos encarrilada.
Tanto si eres una empresa ya existente como si eres un emprendedor, a la hora de solicitar financiación, hay que evitar cometer errores que echen al banco o a los inversores para atrás. Los errores más habituales en financiación para empresas y/o emprendedores son:
1.-No tener un buen plan de negocio. Es la equivocación más frecuente, sobre todo porque el emprendedor lo que tiene es una idea, y mucha fe y entusiasmo en ella, no tiene por qué ser un experto en números. El problema es que el banco, o cualquier inversor o financiador, antes de poner un euro en tu proyecto quiere saber si tiene visos de éxito, si va a generar el suficiente negocio como para que seas capaz de devolver la financiación solicitada. Con una buena idea solamente no vas a conseguir financiación.
2.- No conocer el mercado: La idea que tienes puede ser muy buena, pero necesitas contrastarla con el mercado, si hay ya productos o servicios similares, si de verdad mejoras a la competencia, si existe demanda para lo que quieres lanzar.
3.- No tener suficiente experiencia: en la medida que puedas, rodéate de personas con experiencia en sacar negocios adelante para consolidar tu proyecto. Tu equipo debe tener experiencia y conocimiento del mercado y también de la financiación y de la gestión de la tesorería. La experiencia es la mejor garantía para el entusiasmo del emprendedor. Y uno de los aspectos que más tendrán en cuenta el banco o el inversor a la hora de embarcarse en tu proyecto.
4.- El exceso de optimismo. Es otra de las equivocaciones más habituales en un emprendedor, y una de las razones más frecuentes alegadas para rechazar financiación. Una cuestión es tener mucha fe en tu idea, y otra muy distinta es ser excesivamente optimista en previsiones de ventas, resultados, y tesorería. Esta actitud pone de manifiesto que no eres prudente financieramente (lo que asusta a cualquier inversor) y que además no conoces el mercado, ni tienes suficiente experiencia.
5.- No aportar contratos con clientes. Obviamente, un banco, cualquier entidad o institución que proporcione financiación, lo primero que quiere ver son datos palpables, comprobables. Si tu idea ha conseguido ya atraer inversores o clientes, la mejor forma de conseguir financiación es mostrando esos contratos. Aunque sean sólo precontratos o compromisos de compra, esos datos ayudan a tener una idea fehaciente de cómo está evolucionando la empresa.
6.- No aportar dinero propio. Es un error de bulto. ¿Cómo pretendes que el banco o un inversor pongan dinero en tu proyecto, cuando ni tú mismo arriesgas un euro en la aventura?
7. Engañar para obtener la financiación. Los bancos están acostumbrados a cruzar datos, así que no hay mejor motivo para rechazar una petición de crédito que descubrir que lo que has aportado sobre tu proyecto no se corresponde con la realidad. Te puedes equivocar en las previsiones de ventas, pero no puedes entregar a quien quieres que financie tu proyecto datos falsos.